Qué alegría, el banco me ha embargado la casa. Sí, aunque suene raro y poco creíble, algo parecido ha debido de pensar un vecino de Arróniz (Navarra). Pero, como ocurre casi siempre, todo tiene una explicación. Este vecino, después de que el banco le embargase la casa el año pasado, tenía que pagar a la entidad financiera 28.000 euros. Esa era la diferencia que, según el banco, había entre la primera y la segunda tasación de la vivienda que habían realizado, antes y después del embargo.
Pero la sorpresa llegó cuando el juez que debía hacerse cargo de este caso de embargo, decidió actuar, sin conocimiento del afectado, y falló a su favor. Además, y lo más importante, ahora la Audiencia Provincial de Navarra ha ratificado esa decisión, y de esta forma este ciudadano ha quedado libre de deudas, ha perdido su casa sí, pero por lo menos ya no le debe nada más al banco.
Esperemos que este caso, único en España hasta el momento, sea un precedente, que siente jurisprudencia y se haga lo mismo en todos los casos. Con el embargo el banco ya se queda la casa. Lo que resulta, a mi opinión, muy injusto y abusivo, y más en los tiempos de crisis que nos están tocando sufrir, es que, además de perder la casa, con todo lo que eso implica, una persona tenga encima que pagar todavía más dinero al banco.
Los bancos conceden a los ciudadanos préstamos hipotecarios para comprarse una vivienda. Si una persona deja de pagar la hipoteca, le embargan la casa y luego el banco vende esa vivienda, ganando de esta forma dinero. Pero parece que eso no les parece suficiente y, además de la vivienda y del dinero que obtienen de su venta, exigen a los ciudadanos todavía más dinero, la diferencia entre tasaciones. Menos mal que, al menos por una vez, pero espremos que no sea la primera ni la única, la justicia se ha puesto de parte de los ciudadanos y no de los bancos. Porque ya está bien de que los bancos siempre sean los que ganen y los ciudadanos, siempre los que pierdan.
Fuente | Diario de Navarra