Hay quien cree que toda esta recesión, crisis, ruptura del Estado del Bienestar, o como mejor les guste llamarle a la situación que se vive actualmente en Europa acabará por dividir al continente en dos; el norte y el sur. Y claro que divididos por costumbres, por lenguas, por modos de hacer y por formas de entender la sociedad ya estamos, pero separar a los «ricos» de los «pobres» probablemente no acabe de beneficiar a ninguno. Eso es lo que dicen unos. Para otros, la estrategia alemana de la austeridad es la correcta, aunque el tiempo no parece demostrarlo. Y una tercera corriente cree que hay que moderar los recortes y la inversión estatal.
Y entre tantas opiniones, y un supuesto giro que parece estar dando Merkel por la supuesta llegada al trono de Holland, Grecia, el más afectado por las políticas impuestas por la UE se enfrenta a unas elecciones que podrían cambiar el rumbo del país. Un rumbo que podría dejar atrás todo lo que esta pasando y gritar bien alto el No a Europa. Al menos, según los sondeos, los partidos que podríamos identificar como PP y PSOE, Nueva Democracia (ND) y Pasok parecen caerse de su suerte bipartidista, dejando pasos a partidos tanto de extrema derecha y de extrema izquierda cuyas mayorías no creen que la salida pase por Europa y pretenden una ruptura.
Pero como saben, nada es blanco o negro en su totalidad, y la gran mayoría de los griegos siguen creyendo en una Europa única, aunque no están de acuerdo con la gran cantidad de recortes a los que les han sometido. Eso va a ser lo que defina, elegir entre lo que se piensa y lo que se vive el nuevo parlamente griego, el cual esperemos, elijan lo que elijan los ciudadanos no se radicalize al punto que acabe por estropearles lo poco que les queda. Sea dentro o fuera de Europa.
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