Parece que las cosas siguen sin ir demasiado bien en Grecia. El país que logró no irse a la quiebra gracias al rescate apresurado de Europa, el primero que marcaría la historia de otros dos más, el de Irlanda y Portugal, no parece que mejore a pasos agigantados. Es más, los recortes sociales y las subidas de impuestos, sumadas a la tasa de desempleo, parecen haber colmado los ánimos de una población que ve un futuro muy negro en el país, a pesar de estar en la zona Euro.
Así, nos encontramos con otra jornada más en la que Grecia se vuelve a paralizar, y los transportes por tierra, mar o aire se quedan a expensas de una manifestación que pretende que en el país del Mediterráneo las cosas cambien para mejor