Gordon Brown dimite como primer ministro británico

El Partido Conservador, de centro derecha, ganó la mayoría de los escaños en las elecciones del jueves pasado, pero no logró una mayoría absoluta. El Partido Laborista de Brown quedó en segundo lugar, con los liberal-demócratas en un distante tercer puesto.

Tanto los conservadores como los laboristas han intentado, durante cinco días de intensas negociaciones, obtener el apoyo de los liberal- demócratas para formar el nuevo gobierno, pero en la tarde del martes quedó claro que el Partido Laborista había perdido y que Brown debía renunciar.

«He informado al secretario privado de la Reina de que mi intención es presentar mi dimisión a la Reina», dijo Brown a los periodistas frente a su oficina de Downing Street.

«En el caso de que la Reina acepte, debo aconsejarle que invite al líder de la oposición (Cameron) para intentar formar un Gobierno. Le deseo suerte al próximo primer ministro en la toma de decisiones importantes para el futuro», añadió en tono emotivo.

Minutos después, Brown dijo que Harriet Harman asumirá el mando del Partido Laborista, después de que él presentara su dimisión con efecto inmediato.

El orden en el que se sucedieron estos pasos sigue la convención constitucional británica. Justo después de su declaración, Brown, su esposa y sus dos hijos posaron brevemente para los fotógrafos antes de irse de Downing Street, la residencia oficial del primer ministro.

La dimisión de Brown dejó claro que los conservadores y los liberal-demócratas han alcanzado algún tipo de acuerdo de poder compartido, pero los detalles del mismo aún se desconocen.

El destacado conservador Willian Hague, que ha estado negociando con los liberal-demócratas, dijo a los periodistas minutos después de la declaración de Brown que él y su equipo ahora tienen recomendaciones para proponer a sus colegas del partido.

Los mercados quieren una rápida resolución de la incertidumbre y favorecen un Gobierno liderado por los conservadores debido a una percepción de que actuarán más rápido y con más dureza para reducir el déficit presupuestario récord de Reino Unido.

El país se está recuperando de su peor recesión desde la Segunda Guerra Mundial y los analistas creen que sólo podrá controlarse con un Gobierno fuerte y estable.

Los liberal-demócratas se volvieron primero hacia los conservadores, teniendo en cuenta que fueron el partido que obtuvo mayor número de votos y escaños en los comicios del jueves.

Pero Brown interrumpió los esfuerzos por alcanzar un acuerdo de Gobierno cuando anunció el lunes que se mantendría al margen durante los próximos meses.

La decisión pretendía alejar a los liberal-demócratas de los conservadores y favorecer una alianza con los laboristas, pero el líder de esa pequeña formación, Nick Clegg, había dejado claro durante la campaña que no quería apoyar al impopular Brown.

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