Gibraltar es actualmente el problema número uno para el gobierno que parece demostrar con todas las letras que sigue la misma estrategia que en los peores momentos de Kirchner con el asunto de las Malvinas argentinas.
La verdad es que nos da la impresión que las estrategias políticas que se llevan a cabo actualmente son muy avanzadas, y se supone que quien está a cargo de los asuntos de un país completo sabe lo que tiene que hacer. Sin embargo, basta echar la vista muchos años atrás para encontrarnos que al final acaban aplicando las mismas artimañas que ya Machiavelo describió hace siglos, o las que el ministro de propaganda nazi recogió en su tratado completo de propaganda. Es siempre, o casi siempre la misma historia, porque si no hay dimisiones como ocurre en España los paralelismo con democracias viciadas de populismo en las que ya se ha agotado el poder y el pueblo no disfruta del bienestar, son más que evidentes.
Es por eso que en este caso en el que me encuentro con que Gibraltar es asunto de portadas de los diarios nacionales, me da la impresión de que las comparaciones con el caso de las Malvinas argentinas, en las que por cierto y valga la redundancia también son de Reino Unido, y que suponían un caso realmente importante para desvíar la atención, por aquel entonces de los problemas económicos que vivía y vive el país americano, y en nuestro caso del caso Barcenas y la ya probada contabilidad B del PP.
El problema es que en Argentina aún quedaban muchos sectores convencidos del discurso populista de la presidenta, pero en España el PP ha caído en popularidad a niveles históricos, no ganaría ni por la mínima unas elecciones convocadas ahora mismo y además sus dirigentes se enfrentan en este caso a delitos que no han prescrito, tal y como el juez ha dado a conocer. La verdad es que la cosa está que arde, y de momento, por si no funciona lo de Gibraltar porque ya la UE parece haber metido en cintura a Exteriores, ya están buscando otra tetra, en este caso por el caso Snowden y el hecho de que EE.UU espíe a España. Pan para hoy y hambre para mañana, pero mientras dura la cosa, dura…