Este fin de semana, los bomberos de Madrid han salido a la calle para manifestarse y protestar. Y lo han hecho de una forma original, representando un entierro, un funeral y, en definitiva, a la muerte. Porque eso es lo que piensan, que el alcalde de la ciudad, Alberto Ruiz Gallardón, los está matando por la falta de medios tanto técnicos como humanos y, al mismo tiempo, está poniendo en peligro de muerte no sólo a los propios bomberos, sino también a todos los ciudadanos madrileños.
Desde hace más de un año, es habitual ver por las calles de Madrid, ya sean las del centro o las de cualquier barrio, pancartas que piden más medios y más efectivos que pongan fin a las precarias condiciones en las que trabajan cada día los bomberos de esta ciudad. Incluso se suele ver bastante a menuda a los propios camiones de bomberos llenos de pintadas de protesta.
Los bomberos no están pidiendo más días de fiesta, ni una subida de sueldo. Lo único que piden es más medios técnicos y humanos para poder hacer bien su trabajo sin poner en riesgo sus vidas ni las del resto de ciudadanos. Pero parece que todo esto no va con Gallardón, que no se entera o que no se quiere enterar de la situación en la que se encuentran los parques de bomberos de Madrid.
Él prefiere mirar para otro lado y hacer oídos sordos a las continuas peticiones de los bomberos. Esperemos Gallardón reaccione y recapacite y haga caso a esas peticiones que son reales, justas y necesarias. Y esperemos que eso ocurra antes de que tengamos que lamentar una tragedia que puede evitarse con más medios para los bomberos.
Fuente | El Mundo