Dicen que los rebeldes nunca han estado tan cerca de tomar Tripoli como ahora. Claro que eso lo dicen los rebeldes. Porque Tripoli dice que tiene miles de soldados esperando a defender a su reino. Y entre propaganda política de un lado y de otro, me recuerda todo más de lo que quisiera a la guerra fría, solo que en este caso a la propaganda hay que sumarle varios tiroteos, armas internacionales, la OTAN y algún que otro apunte antidemocrático. Distinta índole. Pero la misma historia. Es como si se dijese soy el más fuerte mientras no se demuestre lo contrario, sin que para demostrarlo haya que mostrar pruebas.
Y entre todo ese arsenal político y militar, la gente, la gente sigue cayendo como moscas. Y Gadafi parece que cuanto más acorralado se siente, más ínfulas de poder le entran. Porque dice, como ya hace meses, sí al diálogo, pero a un diálogo cuyo único objetivo es reinstaurar todo lo que no servía y todo lo que llevo a lo que vemos hoy.
Y claro, eso no lo quieren los libios. O mejor dicho una buena parte de los libios. Esos que han buscado la ayuda internacional. Esos que creen en un Estado democrático. Que por ahora, no podemos decir que se vaya a convertir, porque ya se sabe que en el caos, por lo general siempre los extremos ganan.
Noticia | El País