Partiendo de la base de que no soporto a Aznar, que para mí pasa por ser el más prepotente de todos los presidentes que hemos tenido en la historia de la democracia española, voy a intentar que mis prejuicios hacia el señor del bigote no incidan en la opinión acerca de los malvenidos comentarios que hizo José María Aznar sobre Gadafi.
Y es que Aznar, con esa bocaza que a veces sería mejor tapar, no se le ocurrió mejor calificativo para Gadafi que llamarle amigo extravagante de Europa. Y claro todo esto en una ya calentita polémica por el uso de bombas de racimo por el presidente libio, que le vendimos los españoles.
O sea, que tenemos a un PP que está más que decidido a ganrse las próximas elecciones a base de la ineficacia de Zapatero, y a Aznar, no se le ocurre mejor idea que soltar semejantes declaraciones hundiendo directamente al que fue su partido, y colocándolo en el punto de mira en un tema que ya de por si es controversial; la entrada de la ONU en Libia, y las armas que toda Europa vendió a Gadafi.
Sinceramente, y sin ofender al señor José María aznar, en lugar de dar conferencias, para decir este tipo de cosas, que meten en serios apuros a su propio partido, sería mejor que se quedase en su casita, y que le ahorrase los miles de dólares a la universidad de Columbia.
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