Entendiendo el hundimiento de Zapatero

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Zapatero, quién te ha visto y quien te ve. Lo de ZP como político ha sido un camino largo, del que pocos esperaban los resultados obtenidos, pero que al final no ha terminado como el hubiese esperado. Para entender el hundimiento de Zapatero hay varias razones a analizar antes de que este llegase, y son todas las contrarias, las de su éxito. ¿Por qué llego Zapatero a la Moncloa? Bien, razones propias, son sin duda las de su carisma político. Razones históricas, son la división del PP por el nombramiento de un nuevo candidato, y la prepotencia con la que Aznar había gobernado.

Hasta aquí todo claro, ¿pero como ha pasado Zapatero de ser tan valorado en la primera legislatura a haber ganado la segunda por las justas, y estar a punto de darle una mayoría absoluta al PP? Entendiendo el hundimiento de Zapatero, lo cierto es que se ha tratado simplemente de una estrategia que tenía los días contados por sí sola. ZP ha basado su política en el talante, en todo un teatro bien montado en el que se negaba lo evidente para evitar lo inevitable.

Mientras la crisis nos daba la puñalada por la espalda, el gobierno decía que de crisis nada, pero no hacía nada para parar lo que se le venía encima. Y claro, mientras unos cuantos españoles ya lo vienen sufriendo desde hace tiempo, la gran mayoría le ha llegado el turno ahora. Y es ahora, cuando el PSOE ha visto que ya de nada servía la estrategia del talante y del teatrillo protocolario. Así, a marchas forzadas, se han visto obligados a aplicar medidas, a aplicar reformas, de las que ni ellos han analizado las consecuencias, porque no se puede estar 6 años en el gobierno sin gobernar, y luego pretender hacer en 2, lo que lleva ya más de un lustro de retraso.

Y claro, las reformas se hacen. Pero las reformas, aunque se apliquen con el talante y el teatrillo de Zapatero, cabrean a la sociedad; es más, a todos los sectores de la sociedad. Y es aquí, donde está la razón para entender el hundimiento de Zapatero. Un hundimiento que aportará ventajas al PP, porque no son pocos los votantes convencidos del PSOE, que se cambiarán, al menos por esta vez, a las urnas del PP.