La verdad es que en las elecciones gallegas hay muchas maneras de leer los datos, los cuáles les dejamos justo a continuación con el widget de El País. Sin embargo, los que quieren ver la realidad de lo que ocurre, deberían olvidarse de PP, de PSOE, de BNG o de ANOVA para centrarse en lo que es el recuento de votos nulos, en blanco, los que van al partido Escaños en Blanco y la abstención. Todo ello sumado hace que ni siquiera el 50% de los votantes hayan expresado su opinión. ¿Es ese realmente un resultado democrático? ¿No hace falta plantearse si en realidad les legitima? Parece que a ellos les vale cualquier cosa….
En fin, dicho esto, que para mí es la reflexión más importante, sin duda Feijoó es uno de los ganadores. Solo el hecho de mejorar el resultado obtenido, y además a costa del PSOE y sin apenas afectar a las fuerzas nacionalistas nos ha dejado alucinados. Y yo que vivo en Galicia, la verdad es que me pregunto si de verdad con las pensiones de entre las más bajas de las que se pagan en España. Con los sueldos por los suelos, y todavía dentro de unas de las regiones menos desarrolladas de Europa, parece que no queremos enseñarle a Rajoy que se equivoca.
En cuánto a los demás, el PSOE se lleva otro batacazo, aunque era de esperar con Pachi Vázquez como candidato la verdad no me sorprende. Con un carácter casi diría de la época de Fraga y con una similitud física más que apreciable, pocos serían los socialistas que aún perdonando a ZP fueran a las urnas a votarle.
A los que mejor les ha ido es al BNG y a ANOVA, que como fuerzas nacionalistas de izquierdas suman en conjunto 16 escaños, 9 para los primeros y 7 para los segundos, lo que supone un aumento de 4 escaños con respecto a los obtenidos por la coalición única en el BNG de las pasadas elecciones.
Y ahora, todos dirán que ganaron. Como tiene que ser. Pero quién ganó de verdad en Galicia fue la abstención, y el miedo de siempre a que si no gobierna el PP sabe Dios lo que podría pasar.