La noche de ayer fue, tanto para los que perdieron como para los que ganaron una noche, al menos según ellos de objetivos cumplidos. Y si España no fuera España, porque ya saben que Spain is different, hubieramos visto a unos políticos asumiendo responsabilidades y diciendo que en muchos casos no habían estado a la altura. Pero parece que en este país más no podemos pedir.
Reflexiones aparte, y yendo a los hechos, hoy el jefe en funciones de los socialistas ha dado vía libre a Griñán para que pacte con Izquierda Unida, los verdaderos ganadores de las elecciones, y que logre formar un gobierno estable. Porque de otra cosa no, pero en España de pactos si sabemos.
Así, a la espera de que el PSOE y IU se pongan de acuerdo, Arenas sigue en su puesto con la mayoría de los escaños andaluces teñidos de azul. Y aunque ganó las elecciones por primera vez en la historia, lo más probable es que no consiga gobernar, que era a lo que aspiraban y por lo que habían hecho campaña desde el PP. Y eso, en lenguaje común es fallar. Aunque para el PP es victoria histórica.
Y al final, los grandes beneficiarios de todo han sido los perdedores absolutos, el PSOE que ha cedido nada menos que nueve escaños al PP y a IU, en unas votaciones en las que el porcentaje de participación dejó bastante que desear. Pero ante la derrota, en España se hace fiesta, y la que han montado los socialistas es de verdad para libro. Pero bueno, ya lo saben: Spain is different
