El viernes negro italiano. Y España ¿está mejor?

Lo cierto es que las diferencias entre Italia y España empiezan a hacerse más evidentes desde el viernes. Si España estaba entre el grupo de los denominados PIGS en inglés, entre los que Portugal, Grecia e Irlanda estaban peor que nosotros, parece que ante «mal de muchos, consuelo de tontos» se nos ha sumado un nuevo socio, que deja a España en una posición individual mejorada, pero que podría suponer el fin de la Unión Europea, al menos en los discursos más dramáticos.

Hablamos evidentemente de Italia, de su viernes negro y de la posibilidad de que el país de Berlusconi no pueda sobrevivir sin un rescate. Todo eso, lo hemos tratado en el artículo: Italia, el siguiente gigante en caer, que les invitamos a leer, ya que a continuación veremos hasta que punto España ha salido reforzada de la caída italiana, ya que la situación de nuestro país es mucho mejor que la del socio mediterráneo, al menos en términos de deuda pública.

Y es que la deuda pública italiana asciende a casi 2 billones de dólares, al lado de una irrisoria cifra española. Y en palabras del Centro para la política Europea, la situación de Italia es mucho peor que la de España. Es más, si el gigante de la bota no hace nada, en poco tiempo podría encontrarse en la situación de Grecia y Portugal.

Por otro lado, y aunque las comparaciones sean odiosas, los bonos italianos tras el viernes negro subieron al 5,3%, rozando el umbral del dolor del 5,5%. Si pensamos que hace nada se mantenían al 1,7% la situación parece ser no solo grave, si no gravísima.

Por si fuese poco, la bota no puede presumir tampoco de un alto índice de empleo, que si bien en este punto España se lleva todos los récords, Italia no parece que vaya por mejor camino, y si las cosas no cambian, podría terminar como el ejecutivo de Zapatero, prometiendo puestos de trabajo que ni existen, ni existirán en un corto período de tiempo.

Y apara terminar, la corrupción en Italia es mayor que en España, con un Berlusconi salvado de ir derecho a la cácel por haber prescrito su delito, que además quería, con la reforma económica que se plantea en el país introducir una ley un tanto escondida para salir ganando con el asunto editorial de Mondatori. En otro aspecto que nos ganan negativamente para los italianos, Italia tiene un mayor índice de fraude fiscal, al que el gobierno aconsiente con amnistías.

Sin embargo, tras esta reflexión entre ambos, no hay que olvidar que Italia forma parte del G7, que es la tercera economía de Europa y que su caída no traería más que problemas. Así, parece que nadie se queda a salvo de toda esta crisis, a la que nos está costando mucho superar.