Una delegación del PSOE emprende hoy un viaje a Cuba. La organización de dicha visita oficial está programada por el Partido Comunista cubano, por lo que ya se pueden imaginar la índole del evento.
Las críticas vienen sobre todo por parte del PP, que lo ven como un apoyo al régimen cubano. Lo cierto es que la oposición cubana envío un comunicado al PSOE para poder reunirse próximamente. Y lo cierto es que le respondieron negándose por motivos de agenda hasta el 31 de agosto. Pero en septiembre no se mencionó nada.
Por ello, aquí pueden darse dos casos. Que al tratarse de una visita oficial, no pueda ser programada en la agenda una reunión con la oposición, pero que al final se lleve a cabo de forma «extraordinaria», o bien que simplemente el PSOE prefiera no meterse en líos y no se reúna con ellos.
Si se opta por la segunda, a mi entender se está dando un paso atrás en el progreso del país. España es el país no americano más cercano a Cuba, por idioma y por cultura, así que debería ser el número 1 en intentar solucionar la situación del país. Escuchando sólo a una de las partes, no se resuelve nada. Y asentir sin más a Raúl, o a Fidel, no ayudará en nada a Cuba. Y menos a España.
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