Se dice que en la política todo vale, y lo cierto es que parece que en Turquía, país que celebra este próximo 12 de junio las elecciones al parlamento, la norma se toma a rajatabla. Los políticos se atacan entre sí buscando el punto débil de sus adversarios, un `punto débil» que parece ser común a varios de ellos, porque los escándalos sexuales y las dimisiones por éstos se repiten en el país desde hace un par de meses.
El último en salir a escena ha sido el de Bülent Didinmez, vicepresidente del MHP, segundo partido del Estado, en el cual en una grabación muy explícita se ve al político manteniendo relaciones sexuales con la que es una menor y estudiante según rezan los subtítulos.
Y aunque podríamos decir que está muy bien sacar a la luz los que son los pecados más oscuros de los políticos, desenmascararlos de cara a la luz pública e incluso privada, porque en este caso, Bülent Didinmez, vicepresidente del MHP, está casado y con hijos; lo cierto es que la estrategia no es la de la trasparencia, sino la de una guerra en la que todo vale.
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