El PP rechaza que haya consecuencias políticas por la reapertura de la causa contra Camps

Valencia.- El Partido Popular ha respaldado hoy desde todos sus ámbitos al presidente de la Generalitat, Francisco Camps, con la excepción de la dirección provincial de Alicante, y ha rechazado que la causa judicial en su contra reabierta por el Tribunal Supremo vaya a tener consecuencias políticas inmediatas.

Por su parte, el secretario de Estado de Cooperación Territorial, Gaspar Zarrías, ha pedido al presidente del PP, Mariano Rajoy, que «dé la cara» y pida la dimisión de Camps, cese que también han pedido los partidos valencianos de la oposición, que han coincidido en la necesidad de convocar elecciones anticipadas.

Desde la dirección nacional, el vicesecretario de Comunicación, Esteban González Pons, ha opinado que el hecho de que le regalen tres trajes de la firma Milano, «una tienda normalita tirando a baja», a un presidente como Camps, «no es causa suficiente para empapelarlo».

Además, ha descartado que el partido se esté planteando nombrar a otro candidato para la presidencia de la Generalitat valenciana, pues sólo maneja «un plan A», consistente en que Camps se mantenga en el cargo y que sea el cabeza de lista en las próximas elecciones autonómicas.

La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, ha recordado que el propio Camps dijo ayer que era inocente y que se iba a defender porque nadie se puede creer que un presidente de una comunidad autónoma se venda por tres trajes.

Por el momento, según el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, «no hay ningún tipo de reproche definitivo» de la Justicia hacia el presidente valenciano, que a juicio del eurodiputado del PP y ex ministro del Interior Jaime Mayor Oreja es uno de los políticos en España que «desde luego no se ha enriquecido».

En Valencia, la alcaldesa Rita Barberá ha defendido «la inocencia» de Camps como político y como persona» y ha negado haber hablado con el presidente nacional del PP, Mariano Rajoy, para ser la próxima candidata a la Presidencia de la Generalitat.

En otro ámbito, el secretario regional del PP de la Comunitat Valenciana, Antonio Clemente, ha anunciado hoy el inicio de la precampaña electoral «más abierta, activa y social», porque su partido está «más fuerte que nunca» y prevé conseguir «una victoria histórica en la Comunitat».

El portavoz popular en Les Corts y conseller de Solidaridad, Rafael Blasco, ha ironizado al respecto y ha señalado que convocar elecciones en este momento sería «muy cruel» para el PSPV, ya que obtendría una «bancarrota electoral» mayor que la que registró en los anteriores comicios.

La única voz discordante ha sido la del presidente del PP en Alicante, José Joaquín Ripoll, quien ayer, al igual que el resto de integrantes del comité ejecutivo que lidera, no acudió a la junta directiva regional en la que se arropó a Camps, y lo hicieron «conscientemente».

Ripoll, identificado como cabeza visible del denominado sector zaplanista, ha preferido hoy ser «parco en palabras» y dejar «un tiempo para la situación se vaya aclarando».

Desde el Gobierno, Gaspar Zarrías tiene «claro» que Camps «ha mentido a la opinión pública», y ante esto, la única decisión que tiene Rajoy, si «quiere mirar a alguien a la cara y a los ojos», es «decirle que se vaya».

El secretario general del PSPV-PSOE, Jorge Alarte, ha subrayado que Camps «no se vendió por cuatro trajes», sino por «más de 30 millones de euros en contratos públicos» con las empresas de la trama Gürtel, por lo que ha insistido en la urgencia de convocar elecciones anticipadas.

También ha censurado el discurso de ayer de Camps, porque «nadie, ni menos un presidente autonómico, puede hablar en términos de risa de los magistrados de la Sala Segunda del Tribunal Supremo, ni tampoco de ninguna institución democrática».

Por su parte, Esquerra Unida opina que a Camps le pasará lo mismo que le sucedió al ex secretario regional del PP Ricardo Costa, que se mostró «triunfal» asegurando que no pasaba nada y al día siguiente fue «defenestrado».

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