Los escándalos que rodean al Partido Popular continúan, mientras que nadie dimite, y el presidente del gobierno se limita a decir que no volverán a ocurrir estas situaciones y demande que «que se castigue a los culpables y se respete a los inocentes».
Se ha emitido este viernes un auto por el juez Pablo Ruz, que lleva el caso de la investigación de los papeles de Bárcenas, en el que se pone de manifiesto que el PP supuestamente pagó en el año 2006 en dinero negro 750.095 euros correspondientes a las obras de reforma y acondicionamiento de la planta baja de su sede central en la calle Génova 13, de Madrid.
Dicha cantidad abonada se suma a los 960.347 euros abonados en B desde 2008 al estudio de arquitectura Unifica, del interiorista Gonzalo Urquijo por la remodelación de las plantas segunda, tercera, cuarta y quinta del inmueble de Génova, y que ya se conocían en el sumario. De este modo, el dinero pagado con fondos opacos para las reformas de la sede nacional del partido del gobierno es de 1,71 millones de euros en total.
De esos 750.095 euros mencionados anteriormente, sólo 184.000 euros figuran en la contabilidad paralela de Bárcenas. El resto también son fondos ajenos al circuito económico legal, en concepto de anticipo o pago a cuenta sin facturar, según Ruz.
El pasado 17 de octubre, la Agencia Tributaria remitió al juez Ruz un informe, en el cual se analizan los libros contables del estudio de arquitectura, las facturas y los documentos informáticos de esa empresa. En concreto se puede observar que el PP presentó una certificación final de obra por valor de 1.336.804 euros, mientras que Unifica presenta una factura definitiva de solo 586.709 euros. La diferencia entre ambas certificaciones, 750.095 euros, no fueron declarados por Unifica a Hacienda, tal y como se desprende del informe.
No obstante, hay que apuntillar que este posible delito fiscal puede haber prescrito.