El papel de Europa en la revolución de El Magreb

Este post quiero comenzarlo con una reflexión que hizo un buen amigo mío, hace unos dos años, y en aquel momento lo tomé por loco. Él, me había dicho que el mundo estaba cambiando, que la estructura que teníamos era ya insostenible; con unos EE.UU en crisis profunda, con una Europa debilitada, y con una China y Brasil en crecimiento acelerado; las cosas ya nunca volverían a ser lo que eran. El mundo pegaría una vuelta y se convertiría en otra cosa, en algo que no conocíamos.

Como bien se sabe, la historia tiene sus ciclos, y son ciclos que se agotan, que se extinguen, y si bien una vez nos acomodamos, pensamos que todo seguirá por ese camino, no hay nada más lejos de la realidad. Sino, echen la vista 100 años atrás y fíjense cuanto han cambiado las cosas. Centrando el tema, y precisamente haciendo referencia a ese discurso del cambio, quiero hablar del Magreb. Quiero hablar de los pueblos que luchan por sus libertades. Quiero hablar de ciudadanos que no se conforman. Y que después de tanto tiempo han perdido el miedo, y prefieren morir para que sus hijos al menos, tengan un futuro mejor. Pero, como de todo eso ya he hablado muchas veces; hoy quiero enfocarlo de un modo diferente; desde el punto de vista del papel de Europa en la revolución de El Magreb.


¿Cuál es en realidad el papel que debe jugar Europa? Hasta ahora nos hemos convertido en unos meros espectadores de la película. A excepción del papel activo que hemos, por fuerza debido jugar, dada la situación en Lampedusa, no hemos movido ficha. Pero, ¿se han preguntado porque no hemos movido ficha? Pues es muy sencillo. Se llaman intereses. Y vaya intereses. Para no ir muy lejos y perdernos en el contexto, hablemos de España, de Francia y de Italia. Uno con Marruecos, el otro con Argelia, y el último con Libia. Quizás el peor parado en este caso haya sido Italia, por la reacción de Gadafi, y porque los libios han sido capaces de hacer más. Pero ¿porqué creen ustedes que no decimos ¡basta ya!? ¿Por qué creen que no ayudamos a esa gente a tener un gobierno digno? Por qué como bien dice un refrán, para que haya un listo, tiene que haber 10 tontos; y mientras los ciudadanos del Magreb hacen de tontos, aquí nuestros presidentes hacen negocios de todo tipo con el norte de África, ganan millones y encima, mantiene controlada a la inmigración. Si es que el mundo está muy bien montado, pero solo para uno de los hemisferios.