El ministro de Trabajo galo, interrogado por el caso Bettencourt

Lo que comenzó como una contienda de familia entre la mujer más rica de Francia, la heredera de L’Oreal Liliane Bettencourt, y su hija ha explotado en un escándalo político con implicaciones para el presidente Nicolas Sarkozy y Woerth, acusado de recibir donaciones ilegales.

Woerth, un estrecho aliado de Sarkozy responsable de dirigir una histórica reforma de las pensiones este año, está contra las cuerdas, con peticiones de dimisión en los últimos meses, después de que se revelase que su esposa trabajó en la gestión del patrimonio de Bettencourt. El ha negado cualquier acción ilícita.

La ex contable de la heredera, Claire Thibout, también ha dicho que Woerth recibió donaciones ilegales para el partido gobernante UMP. La policía interrogó a Thibout por novena vez, dijo el periódico Le Figaro.

«La vista ha comenzado, se está celebrando en el despacho del ministro», dijo un portavoz del fiscal Philippe Courroye.

En un nuevo giro del caso, a la ex contable de Bettencourt Patrice de Maistre le ha confiscado la fiscalía de Nanterre el prestigioso título de la Legión de Honor que recibió de Woerth a principios de 2008, dos meses después de que Florence Woerth fuera contratada para trabajar en la firma Clymene, que gestiona la vasta fortuna de Bettencourt, con un salario anual de 200.000 euros.

Florence Woerth y Maistre ya han sido interrogadas por la policía. Florence Woerth ha negado cualquier acuerdo de favores pero ha dicho que fue Maistre quien le ofreció el trabajo, solo pocas semanas después de que su marido empezara a trabajar como ministro de Presupuestos.

Courroye, el fiscal que lleva el caso, es amigo cercano de Sarkozy y critica que se cuestione su integridad porque él responde ante el Ministerio de Justicia.

El Gobierno ha designado en los últimos años a más y más fiscales a grandes casos en lugar de ponerlos en manos de magistrados independientes, que solían manejar la mayoría de las investigaciones destacadas, y que en teoría tienen más poderes.

Sin nombrar el caso Bettencourt, la ministra de Justicia, Michele Alliot-Marie, dijo el viernes en la edición del diario francés Le Monde que el Gobierno no estaba entrometiéndose.

«Digo ‘basta’ a los ataques que hemos visto estos últimos meses y semanas, que son tan absurdos como injustificados», escribió.

La policía también registró la casa de la hija de la heredera, Françoise Meyers-Bettencourt, el miércoles dentro de una investigación sobre violación de privacidad después de que se hicieran públicas unas conversaciones grabadas de Bettencourt y sus contables en la casa de la heredera.

Fuente de la noticia