El dirigente socialista celebró que el partido nacionalista – que estuvo en el poder en el País Vasco 30 años, hasta que un acuerdo entre PSE y PP permitió a López hacerse con la lehendakaritza el año pasado – se implique en la gobernabilidad de España al aprobar unos presupuestos necesarios «para la estabilidad del país».
«Es una buena noticia para todos», dijo López en su primer Pleno de Política General tras 16 meses de Gobierno.
«Permitirá que haya presupuestos en España para generar estabilidad en el país y dar confianza a los mercados internacionales», añadió.
El socialista destacó el regreso «a la defensa del Estatuto» del PNV, en referencia al Estatuto de Guernica que regula la autonomía vasca desde hace 27 años y que el anterior lehendakari, Juan José Ibarretxe, quiso reemplazar por una nueva ley orgánica que no salió adelante.
López anunció desde el principio que no haría anuncios «que generen ruido y división social» para evitar la frustración posterior, y así, en lo referente a ETA y a su último comunicado de no llevar a cabo atentados, mantuvo su discurso de desconfianza.
«A todos nos gustaría que fuera verdad que ETA ha decidido desaparecer. Nada nos gustaría más. Pero sus últimos anuncios nos dicen que ni ha desaparecido, ni ha renunciado a su actividad y que sigue queriendo condicionar nuestro futuro», señaló.
El lehendakari considera que «los comunicados pueden servir a ETA y a Batasuna para resolver sus propios problemas», aunque sospecha «que en esta ocasión ni siquiera para eso», y su único mensaje al mundo de la izquierda abertzale fue para «romper con ETA y trabajar para que desaparezca».
Mientras tanto, el lehendakari apostó por mantener «la firmeza de las convicciones», y por no dejarse llevar «por la premura del deseo», porque son, a su juicio, «la defensa de la legalidad y la lucha contra los comandos y los espacios de los terroristas» los que han permitido «la mayor debilidad de ETA» en su historia.
El lehendakari está convencido de que con esta actitud se está ganando «definitivamente la batalla al terrorismo de ETA», y cree «con todas las cautelas del mundo» que gracias a «la unidad y la firmeza» se ha conseguido que «estemos tocando con la punta de los dedos la libertad definitiva y el fin de la violencia».
