En un auto publicado el sábado, el magistrado comunicó la prisión provisional comunicada y sin fianza para Aniaiz Ariznabarreta, Egoitz Garmendia y Erika Bilbao, arrestados el martes en una operación contra el entorno de ETA desarrollada en el País Vasco, Navarra, Cantabria y Aragón.
El viernes, Grande-Marlaska ya había emitido órdenes de prisión contra el resto de los detenidos, Ugaitz Elizarán, Urko Asier Ayerbe Sarasola, Sandra Barrenechea, Rosa Iriarte Laset , José Aldasoro y Eneko Compains Silva.
«La organización terrorista ETA mantiene dentro de su entramado criminal un conjunto de ‘frentes’, consecuencia de su estrategia de desdoblamiento, todos ellos sometidos a sus directrices. Dentro de esos frentes se encuentra EKIN dedicada principalmente a la dinamización de las distintas asociaciones ilegales de la izquierda abertzale», sostuvo el auto difundido a los medios.
En la operación del martes, coordinada por la Audiencia Nacional y ejecutada por la Guardia Civil, se realizaron 28 registros que incluyeron dos «herriko tabernas» – bares que las autoridades vinculan con la captación de fondos y miembros de ETA- y un «gaztexte» -centro social ocupado-, según el Ministerio del Interior.
Según Interior, Ekin codirige «el complejo terrorista» de la banda armada, haciéndose cargo de métodos de coacción y violencia complementarios a los de ETA y sus miembros actúan como comisarios políticos del complejo organizativo de la izquierda ‘abertzale’.
Entre las tareas adicionales de Ekin están ayudar a los miembros de ETA a huir de la Justicia, transmitir directrices y documentos de ETA a las organizaciones que integran la izquierda ‘abertzale’, la difusión de comunicados internos de la banda y la organización del Gudari Eguna, el acto en el que se homenajea a los etarras fallecidos.
Desde su ilegalización por parte de la Audiencia Nacional en 2007, Ekin ha tratado de continuar su existencia y actividad evitando la incriminación de sus máximos responsables, ahora detenidos, según el Ministerio del Interior.
Las del martes fueron las primeras detenciones del entorno de ETA desde que la banda anunció el 5 de septiembre que había decidido hace meses poner fin a sus acciones armadas ofensivas, un comunicado utilizado por la izquierda ‘abertzale’ para pedir al Gobierno una legalización que le permita presentarse a las elecciones municipales de la próxima primavera.
La Audiencia Nacional dijo en 2007 que Ekin formaba parte de las «entrañas» de ETA y que integraba el «complejo terrorista» liderado por la banda armada. Ese mismo año, condenó a 47 de los 52 acusados en un macroproceso contra las organizaciones Ekin, Kas y Xaki, aunque nueve de ellos fueron absueltos posteriormente por el Tribunal Supremo.