Holanda se convertiría en el segundo país de la Unión Europea en prohibir el burka después de Francia, en lo que muchos consideran un giro a la derecha que ha mermado la reputación de tolerancia europea y podría incrementar los riesgos de seguridad.
El acuerdo endurece la normativa antinmigración e impulsa el número de agentes de policía para contar con el apoyo del líder ultraderechista del Partido de la Libertad Geert Wilders, que está siendo juzgado en Holanda por incitar al odio contra los musulmanes.
El Partido de la Libertad ganó terreno en las elecciones de junio pese a ser considerado racista por muchos holandeses, obligando a los socialdemócratas y liberales a pedirle apoyo parlamentario.
«Queremos detener la Islamización (de Holanda)», dijo Wilders en rueda de prensa, añadiendo que las medias reducirían la inmigración no occidental a la mitad.
El líder democristiano Maxime Verhagen defendió el borrador de acuerdo, que aún tiene que ser apoyado por su partido.
«Este gabinete asegurará nuestra libertad, para todos y todos del mismo modo: hombres, mujeres… cristianos o musulmanes», dijo.
Pero Mustafa Ayrance, presidente del Sindicato de Trabajadores Turcos de Holanda, dijo que las minorías habían sufrido un enorme revés.
Los musulmanes suponen un 6 por ciento, o un millón de los 16 millones de habitantes de Holanda.
«Temo que los grupos se enfrenten entre sí. Las tensiones en la sociedad aumentará y no estamos acostumbrados a eso. En nuestro país todo el mundo tiene cabida», dijo a la agencia de noticias ANP.
Según lo pactado, el país podría impedir la entrada de líderes religiosos radicales, mientras los inmigrantes condenados serán expulsados antes y más a menudo. Además, los inmigrantes perderán su permiso de residencia temporal si no aprueban un examen de integración.
El pacto tiene que ser aprobado por el congreso democristiano (CDA) el sábado después de que el partido no consiguiera superar sus divisiones sobre si depender del apoyo del Partido de la Libertad durante 15 horas de conversaciones el miércoles.
El Partido Liberal ganó la mayoría de los votos en las elecciones de junio con un programa austero que logró una gran aceptación entre los votantes preocupados por la anémica economía, un importante problema de pensiones y las reverberaciones de la crisis de deuda en Grecia.
Si la coalición sigue adelante, los democristianos y el Partido Liberal formarían el primer gobierno minoritario en Holanda en 1939.