Lo de pagar un euro por receta, la nueva medida que se ha implantado en la Sanidad Catalana no convence. Es más, los ciudadanos han ya puesto el grito en el cielo. Y es que o cierto es que sé que no es nuevo, porque en otros países se han llevado a cabo medidas similares, pero llegados a este punto hay que preguntarse que es lo importante, y si de verdad no hay de donde recortar antes que llegar a estos puntos.
Recuerdo que un político catalán se alojaba en el Palace porque le era más cómodo que hacerlo en un apartamento, o como en el Parlamento en una reunión con representantes de Nicaragua se contrataron a traductores para que sus señorías pudiesen hablar en Catalán y los demás les entendiesen. Gastos superflúos como éstos son de los que tenemos que meter no la tijera de Rajoy si no la máquina de podar, porque es muy injusto que a los ciudadanos se les ahogue mientras los señores políticos viven como reyes y más.
Lo cierto es que el ejemplo más reciente del copago en Sanidad, fuera de Cataluña lo ha protagonizado Italia, que por cierto tiene un parlamento de hasta 1000 representantes, el más grande de Europa, y entre secretaríos, vicesecretarios y otros cargos suman casi uno de los Estados pequeños de Europa. Entonces, me surge una duda ¿será que solo en los países en donde la gente no le importa a los políticos se toman estas medidas?
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