El desencanto de los electores lleva al triunfo del "Tea Party"

En el principal día de comicios estadounidenses hasta ahora, la senadora demócrata Blanche Lincoln, que lleva dos períodos como legisladora, también tuvo dificultades y se encaminaba a una segunda vuelta el 8 de junio frente al vicegobernador Bill Halter al no conseguir la mayoría necesaria en las primarias senatoriales de Arkansas.

«Así es la democracia (…) una victoria para el pueblo sobre el ‘establishment’, frente al ‘status quo’, incluso frente a Washington D.C.», dijo el eufórico congresista Joe Sestak a sus partidarios en Pensilvania tras derrotar a Specter, de 80 años.

La ola anti-Washington barrió a Specter, que pasó de las filas republicanas a las demócratas el año pasado tras calcular que no podría ganar en unas primarias republicanas.

Pero una ventaja de 20 puntos sobre Sestak se transformó en un final apretado, después de de que este último cuestionara las credenciales políticas de Specter.

Specter, que ha pasado 30 años en el Senado y presidió la comisión judicial de esa cámara, es el último congresista que pierde por una ola de ‘anti-establishment’ avivada por la desconfianza hacia Washington y el temor a que ningún partido haga lo suficiente para rescatar a la economía y restringir el gasto.

En Kentucky, el conservador Rand Paul ganó con facilidad las primarias republicanas frente al secretario del estado Trey Grayson para competir por un escaño en el Senado estadounidense, en una carrera considerada como un primer examen para el movimiento Tea Party.

Paul, médico e hijo del representante libertario y miembro del Partido Republicano Ron Paul, aprovechó el desencanto de los votantes con la ayuda de activistas del «Tea Party» del partido, que se oponen al gasto federal desbocado y prefieren un Gobierno más limitado.

«Tenemos que recuperar nuestro gobierno», dijo Paul a sus partidarios en Bowling Green, Kentucky. «El movimiento Tea Party es un mensaje que dice a Washington que estamos molestos y queremos hacer las cosas de manera diferente», agregó.

Paul se enfrentará en noviembre al fiscal general del estado Jack Conway, quién ganó las primarias demócratas.

El sentimiento anti-Washington amenaza con destituir a muchos congresistas de sus puestos y pondrá en suspenso el control demócrata del Congreso en noviembre, cuando se renovarán los 435 escaños de la Cámara de Representantes, 36 de los 100 asientos del Senado, y 37 de las 50 gobernaciones estatales.

Una derrota drástica podría dificultar la agenda legislativa del presidente Barack Obama, amenazar a los moderados de cada partido, e incrementar la polarización en el Congreso.

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