El debate del Estado de la Nación es sin duda el más extraño de la historia de España. Y ano por lo que dicen unos y otros, que de riñas ya estamos más que acostumbrados, si no porque será la primera vez que un presidente que no se presenta como candidato a las próximas elecciones defiende la parte del partido en el debate. Evidentemente hablamos de ZP, que defiende a toda costa su estrategia, la cual ha podido llevar adelante gracias a los nacionalistas, y recrimina al PP su escasez de responasibilidad política, y le compara con la derecha portugesa y griega.
Pero claro, cada uno tiene sus manías y sus propias versiones. En este caso la de Rajoy, no irá fuera de línea y busca las promesas de Zapatero y sus toques de optimista en otros debates y apariciones públicas para demostrar que ha mentido más que un cosaco.
Y mientras unos exigen elecciones anticipadas, y los otros aseguran que España está mejor que Grecia o Portugal gracias a ellos, a nosotros, a los españoles nos sigue preocupando el paro, nos siguen preocupando asuntos como el terrorismo, la corrupción o los problemas del día a día en una economía que no parece quiera salir a flote.
Noticia | El País
