Parece que en España, la política actual, al menos la de Zapatero se basa en no asumir las propias responsabilidades. Y para ello, la mejor justificación es la de buscar un culpable. Y después de decir que fue el PP el que genero la burbuja inmobiliaria, después de intentar con pocas consecuencias atacar por enésima vez al rival, a Zapatero parece habérsele ocurrido una mejor estrategia. La de ahora es echarle la culpa a Merkel.
Sí si, propiamente de este modo. Porque claro, decir que la culpa de que a España le vaya como le vaya y que estemos a la cola de Europa, sobre todo en cuanto a empleo, la tiene él, sería una acción demasiado responsable y sensata para tratarse de un político.
Así, nos encontramos con un gobierno que juega al patio del colegio. Que juega a buscar un culpable de culpas que son solo suyas. Que busca a toda costa deshacerse de las que son consecuencias directas de todos sus actos. Y el patio del colegio podría incluso ser divertido, si en el, no nos encontrásemos todos con el agua al cuello, sin un directos que sea capaz de restaurar el orden y con un futuro de promoción más que poco probable.
Por ello, yo digo que si el señor Zapatero se empeña en buscar un culpable y no admitir que el único responsable es el mismo, porque no ha sabido gestionar el país, porque quizás no estaba preparado o porque no ha sido lo suficientemente maduro como para asumirse el resultado de sus decisiones, entonces es mejor que deje vía libre a quien si sepa hacerlo y que le devuelva al pueblo el poder de decidir quien quiere que le gobierne.