Barcelona.- El portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran Lleida, ha pedido hoy «autocrítica» al Tribunal Constitucional (TC) por su desgaste como institución, y ha alertado de que «muchos sectores políticos, mediáticos y judiciales» quieren echar al traste 30 años de convivencia en la España constitucional.
En su carta web semanal, Duran ha salido al paso de las palabras de la presidenta del TC, María Emilia Casas, que esta semana pidió respeto a la institución que preside ante lo que calificó como una «desproporcionada e intolerable campaña de desprestigio emprendida desde ciertos sectores políticos y mediáticos».
Después de recordar que en sus declaraciones públicas siempre ha expresado su «respeto» hacia los magistrados del TC, Duran ha dicho sentirse con «autoridad moral y política» para transmitirle a Casas que «no debe mirar hacia Cataluña para buscar a los responsables» de la «falta de respeto» hacia el alto tribunal.
«Ha de ser capaz de ver, en primer lugar, la viga en el propio ojo antes de denunciar la paja en los ojos de los otros. Ha de ser capaz de hacer autocrítica respecto a la actitud del organismo que ella preside», ha subrayado.
Según Duran, «si hay algún responsable político de todo el desprestigio que rodea de manera irreversible» al TC son PSOE y PP, que han usado «sin escrúpulos su capacidad política para intervenir en las decisiones del Tribunal, especialmente en lo que hace referencia a hacer imposible su renovación».
Además, mientras «Cataluña ha tenido un comportamiento ejemplar, interviniendo y garantizando la concordia y el consenso político» y reformando su Estatuto «por la vía marcada por la Constitución», el PP recurrió el texto estatutario «por motivos políticos», hasta el punto de que algunos de los artículos impugnados «forman parte» en su literalidad de los nuevos Estatutos andaluz y valenciano.
«Hay muchos sectores políticos, mediáticos y judiciales que querrían volver a empezar a edificar el futuro político español sobre bases muy diferentes de las que permitieron construir la Transición», ha advertido Duran, que considera que aquí radica la «clave» del debate sobre la sentencia del TC relativa al Estatut.
Según Duran, «ahora no sería posible hacer la Constitución que hicimos el año 1978 ni tampoco el Estatut que aprobamos en 1979», porque algunos plantean hoy «unos valores y un espíritu diferentes de los constitucionales que dicen defender».
«Ahora, parece que media docena de jueces de un Tribunal, que no respeta la Constitución en cuanto a su composición y mandato, puede romper y echar al traste 30 años largos de convivencia política en el seno de una España que la misma Constitución ya reconocía -sin cuestionarse su unidad- que estaba integrada por realidades diferenciadas», por regiones y nacionalidades, ha añadido.
Duran ha avisado de que «se está jugando con fuego» y la sociedad española está entrando en «zonas pantanosas, arenas movedizas», que pueden acabar enterrando «todo el sistema» constitucional.
«Una vez más los beneficiarios serán los extremos, los que desean que cuanto peor vaya la economía, mejor; que cuanto más se cuestione el poder judicial, mejor; y que cuanto peor sea la sentencia, mejor. En definitiva, quieren cuanto más ruido, mejor», ha concluido.