Resulta que la última de las hazañas de estas que a menudo hacen los diputados. De esas que si uno las hace lo echarían directamente de la empresa, la ha logrado Rosa Díez.
Rosa Díez, que había presentado una propuesta al Congreso por la reforma electoral, ha votado en contra de la misma. ¿Poco café? ¿Muchas horas de stress? ¿Una vida casi como la de los millones de parados españoles? Señores, por favor. Si ustedes los políticos, ostentan una silla en el congreso, es gracias a los millones de ciudadanos que acuden a las urnas a votar. A perder unas horas de su jornada para decidir quién les gobierna.
Creo que lo mínimo, señora Rosa Díez, es que esté bien despierta el día que le toca presentar una propuesta en el Congreso. Una propuesta que usted pretende defender ante los millones de españoles porque considera que sería mejor para ellos.
Si esto sucediese en una empresa privada, el finiquito es lo primero que te ofrecen. Sin embargo en lo público es lo que ocurre, una vez dentro, da igual lo que trabajes, si vas o no a las reuniones o si asistes al Senado u al Congreso.
Fuente | Europa Press