Cuando como todos los días hoy encendí la televisión para ver el telediario del mediodía me di cuenta de que no estamos tan mal como nos cuentan, estamos peor. La crónica del día ya no trata los que vienen ya siendo habituales casos de corrupción, la prima de riesgo que se nos sube al cielo o el paro estimado que roza la ruina española. Hoy el tema del día, en media España eran los deshaucios de familias, los ocupas que invaden propiedades privadas y la crónica de como el banco se queda con las casas de trabajadores asfixiados con la crisis y aún les mantiene la deuda.
Entre tanta mala noticia, me he puesto a reflexionar. Y si con un 23% de paro actual vemos como eso se repite en muchas partes de España, y suponemos que seguirá pasando porque los parados de larga duración verán su situación condenada a dicho fin en breve, ¿se imaginan lo que ocurrirá en España con un 25% de paro previsto ya para 2013? Pues va a ser que los bancos serán los terratenientes de lo inmobiliario, y encima aún cobrarán deudas más que pagadas a los ciudadanos a los que se les han subido impuestos, se les cobra por servicios públicos y no se le garantizan los derechos fundamentales ¿Lo peor? Que ellos vuelven a ser los beneficiados de la crisis, porque los 10 millones que ha ahorrado el ejecutivo en Sanidad y Educación ya tienen a Bankia como destino final.
A ese panorama de deshaucios, desalojos forzosos y una España pobre se le suma ahora el hecho de que la delincuencia va en aumento. Los robos y hurtos son cada vez mayores y el negocio de revender lo ajeno en negro parece ser el más rentable de la crisis.
Y si no les hubiera dicho que todo esto ocurre en España, y se lo hubiera contado como crónica de un país del Tercer Mundo de seguro que muchos dirían ¡Qué país!, pero como saben que es el nuestro, quizás más de uno me responda que no es para tanto. Y a la respuesta similar yo les digo, esperen, porque lo peor, está por llegar…