Las declaraciones de De la Riva parece que no van a dejar de estar en portada en la agenda política. De hecho se han convertido en el rompedero de cabeza del PP y han ayudado a asentar la que será la campaña política del PSOE para conseguir atraer los votos que reniegan de los extremismos.
En un momento en el que el PSOE está infravalorado en las encuestas, y que el PP debería aprovechar para promocionarse como próximo vencedor de las elecciones legislativas, los populares vuelven a demostrar su incompetencia en comunicación, haciendo que el ojo público se centre en declaraciones extremistas y que sean calificados como partido de derechas donde los radicales están presentes.
Así, el PSOE se aprovecha de este gran fallo comunicativo y plantea de nuevo su estrategia. Esa que le hizo ganar muchos votos en 2008, y que le dio la victoria a Zapatero. Sacar a la palestra las declaraciones más duras de los populares y mostrarlos como un partido radicalizado funciona, y eso lo saben PP y PSOE.
El PP, consciente del teatrillo político ha intentado poner fin a la historia. De hecho, Mariano Rajoy les ha pedido a los miembros de su partido de abandonar la línea que empieza a tomar forma y que parece convertirse en una repetición de lo que llevo a los socialistas al gobierno en 2008. Así, ayer Mariano Rajoy dijo: «El PP no va a radicalizarse«.
Sin embargo, el líder popular es el único que no ha condenado las declaraciones de De la Riva. Y todo parece indicar que no es más porque el también ha sufrido en su propia piel las consecuencias de algunas de sus fallidas declaraciones. ¿Se acuerdan del primo del cambio climático o del coñazo de desfile?
Noticia | El País
