Lo de las redes sociales y Facebook pasa factura incluso a los políticos. Y es que en las redes sociales no se puede hacer lo que plazca, ya que sobre todo para ellos, para la clase política, las redes sociales son un espacio de comunicación pública.
Lo ocurrido ha generado una polémica importante entre los diferentes partidos políticos nacionales. Según los estatutos de UPyD y su artículo número 9 de los mismos establece como causa de baja automática que el afiliado realice «actos de propaganda a favor de otra formación política», por lo que 4 de los afiliados a UPyD que estaban «apoyando posiciones y actos de otros partidos, como el PP y el Frente Nacional» han sido suspendidos por usar la red social Facebook para estos fines.
Todo ello con la polémica generada fundamentalmente porque es bastante poco ético que la dirección de UPyD rastrea los Facebook de sus afiliados y por otro lado porque entonces estaría totalmente prohibido que los miembros de un partido político tuviesen relación alguna con los de otros, algo que parece un poco extraño, ya que también se perdería la información que la «competencia política» está dando. En fin, que esto de la adaptación de los políticos a las redes sociales y demás instrumentos del web 2.0, va a llevar en España un poco más de tiempo que lo del efecto Obama, o eso parece.