Los presupuestos siguen siendo primera orden del día. Aplazarlos sería casi inadmisible. Y no aprobarlos sería casi como convocar elecciones anticipadas. Por tanto Zapatero sabe que tiene que hacer lo posible para llevarlos adelante.
Aunque está de visita en la expo de Shangai, desde allí, Zapatero ha llamado al PNV a negociar con trasferencias en materia económica para a cambio obtener los votos necesarios para aprobar los tan problemáticos presupuestos.
Sin embargo el PNV sabe lo importantes que resultan sus votos llegados a este punto, y probablemente se juegue la deuda de autogobierno que considera todavía pendiente.
En fin. Así estamos y así seguimos. Catalanes y vascos pidiendo. Y el gobierno central concediendo a diestra y siniestra. ¿Qué no le queda otra? Cierto. Pero hay puntos en los que no se puede ceder. Y si bien es criticable la actitud del PP porque con su oposición consiente que se regalen derechos a ambos territorios, también es criticable que el señor «pactitos», como ya se conocía a ZP por sus innumerables pactos, siga regalando recursos que son partes de todos los españoles a Cataluña y al País Vasco. Si no, todas las comunidades montamos partidos nacionalistas, amenazamos con la independencia y así seguro que nos dan más. Y de paso desmontamos España. Que total ¿a quién le importa?
