MADRID, 6 Jun. (ACI/EP) – El Papa Benedicto XVI cerró su primer viaje a Chipre con una ceremonia en el aeropuerto de Larnaca en la que defendió el trabajo por la paz y la reconciliación para superar la división, no sólo en la isla, sino en toda la región. «Mientras dejo esta patria, como muchos otros peregrinos hicieron antes de mí, recuerdo nuevamente cómo el Mediterráneo está hecho de un rico mosaico de pueblos con sus culturas distintivas y su belleza, calidez y humanidad. Pese a esa realidad, al Mediterráneo este no le es ajeno el conflicto y el derramamiento de sangre, como trágicamente hemos visto en días recientes. Redoblemos nuestros esfuerzos para construir una paz real y duradera para todos los pueblos de la región», dijo el Papa.