Madrid.- La presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla, defendió hoy en Madrid la legitimidad del Gobierno del presidente de Honduras, Porfirio Lobo, aunque le pidió «garantías» para que pueda volver al país el derrocado Manuel Zelaya.
Durante su intervención en la Tribuna Iberoamérica, foro organizado por la Agencia EFE y la Casa de América, Chinchilla dijo que son necesarias «algunas garantías de protección para el regreso del presidente Zelaya al país».
La primera mujer que llega a la Presidencia en Costa Rica subrayó que la aplicación de esas garantías están incluidas en el llamado «Acuerdo de San José», el plan que impulsó el ex presidente costarricense Óscar Arias para resolver la crisis que provocó el golpe militar que derrocó a Manuel Zelaya el pasado 28 de junio.
«Hemos venido conversando con el presidente Lobo, haciéndole ver la importancia de avanzar con algunas de las medidas incluidas en el Acuerdo de San José», aseveró la presidenta, al insistir en que las garantías del regreso de Zelaya «es el punto que está pendiente».
«Es el tema que sigue en controversia -prosiguió-, pero no podemos seguir castigando al pueblo hondureño por los errores que cometieron algunos líderes de ese pueblo en el pasado».
«Así lo manifesté el día de ayer en la conferencia iberoamericana», precisó la gobernante, en alusión a su asistencia a la VI Cumbre Unión Europea-América Latina y Caribe (ALC), que se celebró en Madrid con la ausencia de Lobo.
El presidente hondureño, que resultó vencedor por amplia mayoría en las elecciones celebradas en Honduras a finales del pasado noviembre, decidió no acudir a la cumbre después de que cuatro países de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) amenazaran con no asistir si Lobo participaba en esa reunión.
Sobre la actitud de esos cuatro países (Brasil, Ecuador, Bolivia y Venezuela), que no reconocen al Gobierno de Lobo, no habló Chinchilla, aunque su canciller, René Castro, tildó ayer esa postura de «lamentable» y de «no constructiva».
Lobo, al igual que Chinchilla, si estará hoy presente en la Cumbre UE-Centroamérica, en la que ambos bloques deben rubricar el Acuerdo de Asociación cerrado esta semana en la capital española.
La presidenta recordó, además, que Costa Rica expresó desde el primer momento «una condena» del golpe contra Zelaya y trató de mediar en el conflicto a través de Óscar Arias.
«Se establecieron los Acuerdos de San José y, aunque la salida no fue en los términos en los que se propuso inicialmente, sí tenemos también que ser capaces de reconocer que el pueblo hondureño, por la vía institucional, fue buscando una salida al problema», explicó.
«El pueblo hondureño -agregó- decidió organizar una jornada electoral con altísimos niveles de participación, que fue observada por el mundo entero y en la que resultó electo el presidente Lobo».
En su opinión, «muchas de las transiciones hacia la democracia en América Latina partieron de un origen de dictadura. Lo que queríamos todos es que se diese esa transición hacia la democracia».
En ese sentido, Chinchilla consideró que «tenemos que reconocer al gobierno del presidente Lobo como un gobierno legítimamente electo», pues «hay una expresión soberana del pueblo hondureño».
Muchos países en la región entienden que Lobo ganó las elecciones sin que se hubiera restablecido la legalidad democrática, después de que Zelaya fuera derrocado por el golpe que aupó al poder de forma interina a Roberto Micheletti.
Sin embargo, otras naciones latinoamericanas, como Costa Rica, Colombia y Perú, sí han normalizado sus relaciones con Honduras, al igual que España y Estados Unidos.