Un inmigrante ha sido detenido por la Guardia Civil en Ceuta cuando intentaba saltar la valla situada en la frontera entre España y Marruecos. No es un hecho noticioso, pasa muy a menudo. Pero lo más curioso de todo esto es que, como suele ser habitual, no quería entrar en España, sino salir y volver a Mali, su país.
El inmigrante ha sido detenido y se encuentra en prisión no por haber saltado la valla, sino por haber agredido a un agente de la Guardia Civil y por haberse negado a facilitar sus datos personales y a identificarse tras haber asegurado que vivía en Ceuta desde hace cuatro años pero que ahora ya no quería permanecer más en España y quería volver a su país.
Como digo, lo más llamativo de todo este asunto no es el hecho de que un inmigrante salte la valla o de que sea detenido acusado de un delito de atentado y otro de desobediencia civil. Lo más sorprendente es que, si es cierto lo que asegura esta persona, quería huir de España como fuese, a toda costa, aunque eso suponga hacerlo de manera ilegal, clandestina y saltando la valla que separa Ceuta y Marruecos, con todo lo que eso conlleva.
Y algo así no habla precisamente bien de nuestro país. La crisis, el paro, la subida de los precios, etc. han provocado que nuestro país ya no sea un atractivo para los inmigrantes. Vamos, que España ya no mola.
Nuestro país ya no gusta a los inmigrantes, pero tal y como están las cosas, tampoco a los propios españoles. Con la que está cayendo, no me extraña que ya nadie quiera venir y, por si fuera poco, también son muchos los que se quieren ir. Y no sólo inmigrantes.
Fuente | El Mundo