Roma.- El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, someterá los puntos básicos de su plan de Gobierno a una cuestión de confianza en el Parlamento, el próximo septiembre, para saber con qué apoyos cuenta y si tiene que recurrir a las urnas para resolver la actual incertidumbre sobre su Ejecutivo.
Así lo aseguran hoy los diarios italianos «Corriere della Sera» y «La Stampa», en sendas informaciones que recogen las conclusiones principales de la reunión que ayer mantuvo la Ejecutiva del gobernante partido Pueblo de la Libertad (PDL), tras la crisis abierta por la expulsión del cofundador Gianfranco Fini.
Los rotativos aseguran que el plan de Gobierno que Berlusconi pretende someter a la confianza del Parlamento se basa en cuatro puntos: Justicia, fisco, federalismo económico y políticas para el sur del país, iniciativas claves para su actuación gubernamental de aquí al final de la legislatura, en 2013.
«La idea es la de poner negro sobre blanco en un Consejo de Ministros (donde están presentes también políticos afines a Fini) los puntos fundamentales del programa que el Gobierno pretende llevar adelante (…) Con estos temas, Berlusconi se presentará a las Cámaras para pedir un voto definitivo, un sí o un no, a su Gobierno», afirma el «Corriere della Sera».
La posibilidad de unas elecciones anticipadas es algo que cobra mayor fuerza a medida que pasan los días en Italia, sobre todo después de que ayer, el principal aliado de Berlusconi en el Ejecutivo, Umberto Bossi, líder de la Liga Norte (LN), dijera que así no se puede seguir.
Éstas eran las primeras declaraciones de Bossi secundando unas elecciones anticipadas, después de que el pasado miércoles la Cámara de los Diputados rechazara la moción de censura contra el subsecretario de Justicia, Giacomo Caliendo, en una votación en la que el Ejecutivo no obtuvo la mayoría absoluta.
Pero la oposición se muestra dividida en este sentido: el Partido Demócrata (PD) no quiere elecciones y apuesta por la idea de un Gobierno transitorio que reforme la ley electoral, línea en la que se posiciona también la Unión de Democristianos de Centro (UDC), mientras que Italia de los Valores (IDV) pide abiertamente los comicios lo antes posible.
Las fechas que barajan los medios italianos como más probables para la celebración de unas eventuales elecciones anticipadas son el 14 de noviembre o el 27 de marzo, dependiendo del desarrollo de los acontecimientos a la vuelta del parón político de agosto.
Fuentes del PDL que cita hoy el diario «La Repubblica», uno de los más críticos con Berlusconi, aseguran que las elecciones deben convocarse antes del 14 de diciembre, fecha en la que el Tribunal Constitucional examinará la llamada «ley del legítimo impedimento» que, por ahora, mantiene en suspenso los juicios contra el primer ministro.
Los medios de comunicación italianos hablan ya de un PDL que se está reorganizando para prepararse para una nueva campaña electoral, en la que puede ser clave, según ellos, el devenir de la investigación por un supuesto fraude en la venta de un apartamento en Montecarlo del extinto partido de Fini, Alianza Nacional (AN).