Madrid.- El presidente de Castilla-La Mancha , José María Barreda, considera que la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, es una dirigente de la «derecha pura y dura» y opina que, hoy por hoy, lo que antes era una ventaja para ella, ser muy conocida, se ha convertido en su principal inconveniente.
Barreda, en una entrevista con Efe, reconoce que mantiene una relación tensa con su principal rival política en Castilla-La Mancha, a la que ve como uno de los ejemplos «más conservadores que se conocen» porque, a su juicio, defiende posturas de «una dureza ideológica extrema, de frialdad y de enfrentamiento frontal».
«No nos confundamos con la apariencia ni con la edad. La señora De Cospedal es una dirigente de la derecha pura y dura» como, según Barreda, demostró el pasado verano «al no dejar títere con cabeza» cuando puso «en cuestión» el Estado de Derecho y lo hizo «sin ningún pudor».
Castilla-La Mancha, dice Barreda, «ha tenido mala suerte» con ella y con su estrategia de «decir no a todo» y no de no querer mantener reuniones con él, lo que supone «una anomalía democrática».
Respecto al «caso Gürtel», el dirigente socialista asegura que «no ha hecho más que empezar» y que, «sin duda alguna», acabará afectando electoralmente al PP porque el electorado de derechas «no comparte» los comportamientos de algunos dirigentes implicados en la trama de corrupción y «no les ríe sus gracias».
Aunque se muestra partidario de dejar actuar a la Justicia, Barreda entiende que la dirección del PP deberá seguir tomando decisiones para depurar responsabilidades, ya que el asunto es de «mucha envergadura y afecta a buena parte de ese partido».
No quiere Barreda «aplicar la medicina» que el PP sí administró cuando el PSOE se vio implicado en casos investigados por la Justicia, pero recuerda al primer partido de la oposición que las críticas que ellos hacían deberían valer ahora también.
Sobre la situación del juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, recuerda que el magistrado fue en su día el crítico «más duro y el perseguidor más eficaz» de los gobiernos de Felipe González.
Una actuación que, en ese momento, aplaudía el PP, que le consideraba un héroe. Sin embargo, para los «populares», Garzón ha pasado «de héroe a villano», lo que no es «razonable ni equilibrado», según Barreda, quien considera que al juez no se le puede acusar de prevaricación.
Barreda también critica la estrategia del PP de sembrar la duda respecto al patrimonio del presidente del Congreso, José Bono, al que defiende porque conoce «lo escrupuloso» que es en esta materia.
Por eso, y porque a Bono le conocen todos en Castilla-La Mancha, Barreda ve en esas acusaciones del PP una estrategia equivocada como la que mantiene en su comunidad, donde permanentemente «se queda solo». «En vez de arremeter contra todos, el PP debería reflexionar por qué le ocurre eso», apostilla.
Define Barreda su relación con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, como «muy cordial» y afirma que ve al jefe del Ejecutivo «con fuerza y con ganas» para seguir y para presentarse a las próximas elecciones generales.
No obstante, la decisión de concurrir a los comicios de 2012 la deberá tomar el propio Zapatero, quien, a su juicio, también contará con la opinión de sus colaboradores, el partido y la gente que le apoya.
De entre las cualidades de Zapatero, el presidente de Castilla-La Mancha resalta su «optimismo», una característica que valora porque España, dice, «no necesita cenizos ni pesimistas».
Lo que sí tiene claro Barreda es que se presentará a las elecciones autonómicas de 2011, porque si no lo hace, sobre todo después de que se haya retirado del Congreso de la reforma del Estatuto de su comunidad, podría interpretarse como una «huida» y «no estoy dispuesto a flaquear precisamente ahora», asevera.
Barreda reconoce que España está atravesando un momento económico complicado, aunque no teme una situación similar a la de Grecia, y pide que no se pongan palos en las ruedas porque el país necesita que se reme en la misma dirección.
