Los pronósticos basados en casi un 80 por ciento de los votos contabilizados muestran que tanto el gobernante Partido Laborista como los conservadores de la oposición no lograron los asientos suficientes para formar un Gobierno.
Los resultados les obligarán a depender de grupos independientes y un legislador del Partido Verde asumiría el liderazgo de la Cámara baja del Parlamento.
«Obviamente esto es demasiado reñido. Hay muchos escaños donde los resultados son indecisos», dijo la primera ministra Julia Gillard a miembros del Partido Laborista reunidos en Melbourne.
Gillard, la primera mujer de Australia en obtener ese cargo, dijo que podría llevar algunos días obtener el resultado final, pero parecía estar cortejando a los independientes que podrían decidir quién será el próximo líder.
Los analistas proyectaron cerca de 70 escaños para los dos partidos mayores, con cuatro independientes y un parlamentario verde.
Esa cifra implicaría que Gillard quedaría a seis del número necesario para mantener el control de la Cámara Baja de 150 asientos, con un Parlamento sin mayoría por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial.
«Lo que sabemos de los resultados de esta noche es que habrá un número de independientes en la Cámara de Representantes jugando un papel mientras el próximo Gobierno de Australia se forma», indicó.
Los datos oficiales, después de contabilizarse más de tres cuartos de los votos, dieron a los laboristas 60 escaños frente a 59 para la coalición conservadora Liberal-Nacional, liderada por Tony Abbott. Para formar un Gobierno se necesitan 76.
Abbott dijo a sus correligionarios que pese a que el resultado seguía siendo confuso, los laboristas habían perdido la mayoría y que también conversaría con los independientes para formar gobierno.
Entre las cosas que están en riesgo no sólo se encuentra el futuro político de Gillard y Abbott – ambos líderes relativamente nuevos – sino también los planes laboristas de un impuesto del 30 por ciento a los recursos y una red de banda ancha de 38.000 millones de dólares.
El profesor de leyes Suri Ratnapala, de la Universidad de Queensland, dijo que los laboristas tendrán una oportunidad para formar un Gobierno.
«Si el líder del partido intentado formar un Gobierno llega a un acuerdo con suficientes miembros independientes, no será necesario un voto de confianza en el Gobierno», declaró.
Los mercados financieros estaban preocupados el viernes, ya que un Parlamento sin mayoría provocaría una caída del dólar australiano y posiblemente un estancamiento político, además de una parálisis en la inversión.