¿Cómo consigue un preso fugarse de dos cárceles madrileñas en menos de cuatro meses sin utilizar la violencia? Muy sencillo, con órdenes de libertad falsas emitidas por la Audiencia Provincial de Madrid. Así de fácil. Y también así de triste, de preocupante y de lamentable.
Un secuestrador de 57 años salió en libertad el pasado 30 de diciembre. Lo que no se sabe es si él mismo logró infiltrar a un topo en la Audiencia Provincial de Madrid o si contó con la ayuda y la complicidad de un funcionario. Desde la Audiencia Provincial de Madrid enviaron una orden falsa de libertad a los juzgados de Arganda del Rey (Madrid) y estos a su vez enviaron la orden a la cárcel de Estemera donde cumplía condena este delincuente.
No es la primera vez que este preso y su topo llevan a cabo este plan con éxito. Y, como suele ocurrir en estos casos, en lugar de buscar culpables, las autoridades tiran balones fueras y se pasan la pelota de un tejado a otro. Mientras desde el Ministerio del Interior culpan a Prisiones, este organismo señala a la propia Audiencia Provincial de Madrid como la responsable.
Sea quien sea el culpable, lo único importante aquí es que un preso se ha fugado dos veces de una prisión engañando a la Audiencia Provincial de Madrid, a un juzgado y a los propias responables de los centros penitenciarios. Vamos, que se ha reído de todos en sus narices.
¿Cómo es posible que algo así ocurra en nuestro país en pleno siglo XXI? ¿Tan sencillo resulta introducir un topo en la Audiencia Provincial de Madrid y enviar no una, sino dos órdenes de libertad falsas? ¿Tan fácil es engañar jueces y responsables de prisiones? Está claro que lo primero que se debe hacer ahora es encontrar al topo. Pero, desde luego, tampoco podemos olvidar que también es muy necesario, a la vista de lo que ha ocurrido, tomar medidas urgentes para evitar que casos así se repitan. Vamos, que esto ocurre en el cine y no se lo cree nadie. Pero en España todo lo que puede ocurrir, ocurre.
Fuente | Público