Zapatero insiste en echarle la culpa de todo a Merkel. Evidentemente la situación de España no entra nada con la canciller alemana. Por mucho que a Zapatero le gustase la idea de salir de rositas. Pero a Merkel los problemas se le acumulan y la crisis de Italia hace que quizás Merkel tenga que dar un giro de 180 grados, para así salvar a Europa.
Lo cierto es que ante la situación de una Eurozona que se tambalea por todas sus fronteras Merkel se debe asumir casi todas las responsabilidades. Y ante los hechos que hablan por sí solos, a Alemania solo le quedan dos opciones, dos posibilidadesque suponen enfrentamientos tanto con los miembros de la UE, como dentro del electorado alemán:
- una mayor integración fiscal para apoyar a Grecia y a otros países en problemas
- forzar una severa reestructuración de la deuda griega.
Evidentemente, la primera es la opción que a casi todos, incluida España, quieren. Sin embargo dicha opciónsupone que Merkel se enfrente a todo lo que internamente tienen que decir los partidos e incluso el suyo propio. La segunda, sin embargo, salva las formas, aunque para los socios no termina de convencer.
De un modo u otro, Alemania es la pieza clave para decidir como se reconstruye una Europa que se rompe en pedazos, aunque de todo esto, habría que sacar una gran conclusión, y es que si todos esperamos a que Almenai esté siempre dispuesta a sacarnos las castañas del fuego, puede que Europa, esa Europa única, tenga poco sentido, o al menos, eso es lo que parece.