Adiós al Cavagliere, Silvio Berlusconi renuncia

Puedo decir que hoy es un día para la historia. Un día en el que viviendo en Italia, siendo joven y mujer me siento plenamente eufórica. Y es que por fin Silvio Berlusconi se ha ido. Mejor dicho, le han echado. Y por la puerta de atrás, porque si fuese por el seguiría gobernando, o mejor dicho viendo el país desde la silla, porque hace mucho tiempo ya que Italia va sin rumbo, porque las reuniones del parlamento se centraban en mociones de confianza continuadas.

Así volviendo a mi historia, como joven no puedo decir que Italia vaya mucho mejor que España, porque aquí el enchufe cuesta el doble, y los becarios van por una norma no escrita gratis al trabajo, y además deben saber hacer de todo. Y aunque a mi no me haya ido tan mal, la norma no escrita existe. Por si fuese poco, la mujer, ha sido durante los 17 años del gobierno de Berlusconi un simple objeto de deseo que aparecía para ser admirada con poca ropa en todos los programas televisivos, incluidos aquellos de franja horaria diurna y en los que pintaba bastante menos que en sus fiestas conocidas alrededor del mundo.

En todo caso, puedo decir que la fiesta que se ha organizado al conocerse la dimisión de Il Cavagliere queda más que justificada. Porque aquel «non c’e freta», Que viene siendo un no hay prisa a la reforma fiscal que llevaba 8 años en el calendario fue ya la gota que colmó el vaso de unos italiano que se habían quedado sin humo que vender. Por eso, hoy Italia va hacia una nueva etapa, y esperemos que los que lse siguen a Berlusconi, al menos, si no es mucho pedir, aprendan de sus errores.

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