A los políticos españoles le importan un pepino los jóvenes

La verdad es que por suerte, he podido vivir varios años fuera de España y eso me ha dado si cabe una visión más objetiva de este mundo que dicen estar tan globalizado. Y aunque no voy a discutir algo que es una realidad, en algunas ocasiones me gustaría que la política fuese más globalizada y se copiasen más buenos ejemplos en España de los políticos que hay en el mundo. Digo de los buenos. Porque en eso también hay quien nos gana a peor, y ya que importamos que sea de lo mejor. Lo digo en este caso por las que a mi parecer han sido unas fatídicas declaraciones del señor Pons en Europa como representante del PP en la UE. Y es que justificar que si un joven español tiene que hacer las maletas para emigrar a Europa no puede considerarse como emigrar, porque hacerlo sería erróneo, supongo que entendiendo que somos un territorio común, con la que está cayendo, son del todo desacertadas.

Un grupo de emigrantes muestra el permiso de residencia italiano

A mi sinceramente me da la impresión de que a los políticos españoles le importan un pepino los jóvenes. Sobre todo porque por casualidades del destino y porque vivimos en un mundo globalizado en el que sabemos de todo de todo el mundo, justo coincidiendo con esas declaraciones del dirigente popular, el actual primer ministro de Italia pedía disculpas a todos los jóvenes de su país en nombre de toda la clase política por todos aquellos que han tenido que emigrar a buscarse la vida.

Para más inri, la respuesta de Letta, que a mi juicio ha comenzado su mandato como uno de los más coherentes de la historia de Italia, y en estos tiempos también dentro de Europa, ha sido mediante una carta escrita al diario La Stampa, en respuesta a un joven que criticaba precisamente la necesidad de sus amigos de salir de Italia en busca de trabajo. La diferencia, es más que clara. Allí les piden perdón por haberles arruinado la vida a toda una generación, aquí, nos toman por tontos y convocan ruedas de prensa con pantallas sin dar la cara. Y yo que he vivido en Italia y no la puedo poner de ejemplo como país en el que el órden y el trabajo sean la base de su economía, me pregunto, si ellos han podido dar marcha atrás en la locura que les gobernaba ¿seremos capaces nosotros también de hacerlo? ¿de tener un líder de coalición como Letta capaz de poner rumbo a una clase política con menos privilegios a la que le preocupen los jóvenes y sus ciudadanos? De momento, está complicado, pero confío en que llegue el día.