Desde el 29 de Noviembre del 2010 más de 50 Hoteles pertenecientes al Distrito Libertador de Caracas han sufrido la toma “voluntaria” como refugios para Damnificados por las lluvias. La gran mayoría de las tomas de los establecimientos se realizaron por las noches y haciendo uso del poder más que del voluntariado. A sus dueños se les exigió firmar un documento en el cual se ofrecían a prestarse como refugios para los damnificados por las lluvias por un plazo no superior a 30 días. Los hoteles que se negaron a firmar tal documento, fueron expropiados y pertenecen hoy en día al Estado, en concreto a la Alcaldía de Caracas (Ayuntamiento), dejando a sus dueños in ningún derecho a réplica y sin sus inmuebles.
El miedo a represalias y a que aconteciera la misma situación hizo que los demás hosteleros firmasen, según fuentes oficiales de forma “voluntaria”, según ellos mismos por una “obligación impuesta”.
El como de las ocupaciones En gran parte de los casos, cerca del 80%, las instalaciones fueron ocupadas de manera parcial, sin ningún tipo de lógica administrativa. En algunos Hoteles el 10%, en otros el 50%, sin homogeneidad o planificación gerencial. Como que de la mejor práctica de improvisación se tratase. Por otro lado, un número menor de Hoteles, cerca de 10, fueron ocupados en su totalidad. Esto significa que no poseen ninguna habitación libre para alquilar y subsistir.
Sin embargo, estos datos pertenecen únicamente al Distrito Capital, a Caracas; si nos referimos a las cifras nacionales, son 170 Hoteles los que fueron ultimados bajo una medida que sería temporal y que luego de tres meses parece no terminar. Al igual que en Caracas, en el resto del territorio las ocupaciones fueron parciales al inicio, para luego seguir incorporando damnificados sin planificación previa y llegando en muchos casos a ocupar hoteles al 100% de su capacidad, anulando cualquier capacidad de negocio en estos establecimientos.
Los Hoteles a día de hoy se encuentran, como se especifica en la página anterior, ocupados por los damnificados. Las puertas exteriores de las instalaciones están resguardadas por militares ya que se han presentado situaciones violentas difíciles de controlar. En muchos casos han tenido que intervenir las fuerzas policiales, ya que para muchos damnificados, la solución de quedarse en un hotel, sin una verdadera casa en la que vivir no es válida.
Por otro lado, y hablando de la situación en el interior de los establecimientos hosteleros, no son pocos los que denuncian que el deterioro de las instalaciones es evidente: paredes sucias, rayadas, jacuzzis dañados, lámparas rotas. Todos esos percances, son trabajos de paciencia que día a día acometen quienes trabajan en estos hoteles, sin recibir ni un bolívar por ello.
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