Señores, señoras, lamento comunicarles que España ha muerto. Puede que les suene a discurso de otra época. Una época en la que España parecía ver la luz al final del túnel, pero en esta, en la que nos ha tocado vivir, solo vemos la puerta del túnel, esa que no parece tener salida. Y es que por mucho que Rajoy y el equipo del PP quieran mostrarnos lo contrario, España se acabó. Todos los ciudadanos se ven afectados por más recortes del PP, y no han dejado a títere con cabeza. Bueno sí, a ellos mismos que apenas se han bajado un 8% del salario eliminando la proporción a la paga de Navidad. Y eso, para quienes tienen escaño, que a los demás no les afecta ni tampoco se suprimen los dos y tres cargos de algunos…
Mientras tanto hoy a las medidas sumadas del miércoles, las cuales se consolidan se suma el aumento de la mayoría del IVA que se iba a quedar en el reducido del 10% y pasan al 21%, es decir, que le suben de golpe nada menos que 13 puntos. Pero no solamente eso, porque hoy, así como quien no quiere la cosa y sin siquiera mencionarlo, nos acaban de meter un buen varapalo a los autónomos, a los cuales nos han subido nada menos que 6 puntos el IRPF del 15% al 21%. O sea, que tenemos que aguantar la subida de tasas directas e indirectas.
Pero los funcionarios tampoco se han librado. Ni los mineros. Ni tampoco los hosteleros. Ni los peluqueros. Vamos que todo español hijo de vecino, que no sea político o multimillonario paga esta crisis, y el tomate del rescate. Montoro, Rajoy y compañía no, que ya tienen bastante con la de las filas que nos llama hijos de puta. Soportar cosas como esas, como mastercard, no tiene precio. En fin, que perdón por la expresión ¡Hay que joderse!, pero al menos que no me fastidien diciéndome que con la huelga no se soluciona nada. Aquí, como rezan las manifestaciones, guerra, guerra, guerra.