El Bundesbank dijo que Thilo Sarrazin, de 65 años y quien acusó a turcos y árabes de explotar el sistema de protección social, negarse a integrarse en la comunidad y reducir la media de la inteligencia general, dejará su cargo a fines de mes.
«El doctor Sarrazin ha pedido al presidente que lo releve de sus deberes», dijo el banco en un breve comunicado. Sarrazin en persona confirmó que había renunciado durante una lectura de libros en Postdam, cerca de Berlín.
El economista ya había sido liberado de algunas de sus responsabilidades como integrante del consejo del banco central por unas declaraciones que hizo el año pasado sobre los inmigrantes, pero la estricta independencia del organismo hizo difícil sacarlo de su cargo.
Sin embargo, después de que publicó comentarios más duros en su nuevo libro «Deutschland schafft sich ab», Merkel y el presidente Christian Wulff realizaron duras referencias a que su dimisión era necesaria.
Sarrazin afirma en el libro que los musulmanes socavan a la sociedad alemana y amenazan con cambiar su carácter y cultura con su elevada tasa de natalidad. Enfadó a muchos al decir «todos los judíos comparten un gen particular».
El consejo del Bundesbank votó de manera unánime la semana pasada para que fuese apartado, una medida que requiere la aprobación del jefe de Estado.
«Me pareció demasiado arriesgado en el actual ambiente (…) enfrentarme a todo el sector político y económico. Eso sería presuntuoso, y no habría funcionado», declaró Sarrazin tras las noticias sobre su dimisión. «Así que, una retirada estratégica y ahora trabajaré sobre las cuestiones que son importantes para mí».
Previamente había dicho que lucharía contra los intentos de apartarle del cargo, elevando las posibilidades de que un amargo caso judicial que habría planteado dudas sobre si Merkel, sus ministros y Wulff habían actuado de forma correcta.
Merkel, varios ministros y los principales partidos políticos criticaron a Sarrazin, quien pertenece a los socialdemócratas de centroizquierda y es un ex jefe de finanzas de la ciudad de Berlín.
El SPD inició los procedimientos para su expulsión del partido, aunque un sondeo de opinión reciente mostró que esto sería impopular entre sus votantes y el público, quienes creen que los socialdemócratas deberían destinar su atención a temas más importantes.
Una batalla legal para retirarlo del banco central o del partido podría convertirlo en una figura heroica e implicar al Gobierno en una disputa en momentos de bajos índices de popularidad.
Sarrazin se ha vuelto en un motivo de sonrojo para el presidente del Bundesbank, Axel Weber, quien es el favorito de varios dirigentes alemanes para reemplazar a Jean Claude Trichet como presidente del Banco Central Europeo el próximo año, cuando expire el contrato del francés.