A los nacionalistas vascos no les debe gustar demasiado el pulpo. Sólo así se entiende que no quieran que los jugadores de Euskadi que forman parte de la selección española de fútbol que ganó el pasado Mundial de África sean recibidos en el Parlamento Vasco. El PNV no ve este acto como un reconomiento o un homenaje, sino como una provocación. Y por eso ha protestado y se ha quejado.
Xabi Alonso, Fernando Llorente y Javi Martínez han sido recibidos esta tarde por la presidenta del Parlamento Vasco, Arantza Quiroja (PP) de la misma forma que desde el pasado mes de julio muchos otros jugadores de la Roja han sido recibidos y homenajeados en los Parlamentos o Ayuntamientos de sus Comunidades Autónomas y sus localidades.
Pero el presidente del PNV, Joseba Egibar, no ve esto como algo normal y por eso se ha quejado y lo define como una provocación. Y todo porque son jugadores de la selección española. Parece que Egibar sólo se fija en eso y se olvida de que además de jugar con España, esos tres futbolistas también son vascos y merecen el reconocimiento de las instituciones vascas.
Por su parte, el presidente del PP de Euskadi, Antonio Basagoiti, ha respondido a los nacionalistas vascos que se han indigestado con el pulpo Paul. No sé si se habrán indigestado o no, pero desde luego les ha debido afectar un poco. Sólo así se puede entender esta obsesión con meter la política en todo.
El fútbol es eso, fútbol, un deporte, y ganar el Mundial es un logro histórico e importantísimo que se debe reconocer. La política es otra cosa. Los ciudadanos de Euskadi y los de toda España tienen otras muchas cosas de las que preocuparse con la que está cayendo y lo mismo deberían hacer los políticos, sean del partido que sean. Deberían preocuparse de otras muchas cuestiones mucho más importantes, especialmente en Euskadi, donde el terrorismo sigue siendo algo mucho más grave que un simple homenaje a unos futbolistas. No se puede buscar la tensión, la crispación o el enfrentamiento constantemente en todo, y mucho menos algo como el fútbol.
Fuente | ABC
