No hay derecho. Simplemente no hay derecho. Lo que se ha planteado (que todavía no aprobado) en Chipre, es además de un robo hecho legal y encima con la Unión Europea como cómplice y como asesor para llevarlo a cabo, un duro golpe más para los ciudadanos de la Europa más pobre. Parece que ya es oficial, ahora hay dos Europas, la del norte y la del sur, una en la que se gana más y se tienen derechos sociales; y otra en la que todo vale con tal de que los países cumplan con una cada vez más absurda realidad llamada déficit.
¿Te has parado a pensar en lo que significa hacer que los ahorradores chipriotas tengan que pagar un porcentaje del 6,75%, del 9,9% o de lo que al final disponga la UE para salvar a su país? Sin duda por un lado yo me pregunto hasta dónde Europa va a ser capaz de exprimir a los que se supone somos sus propios ciudadanos. Y luego también me pregunto si a Chipre, llegados a este punto en el que tiene que literalmente cortar cabezas a sus ciudadanos no le compensaría hacer algo como se ha hecho en Islandia, que parece haber conseguido salir sola de todo esto.
El rescate a Chipre parece ser el antecedente de una Europa que se va a pique. Y si nadie hace nada para salvarla se va a hundir sola, porque cada vez quedan menos que crean entre los ciudadanos en un proyecto que por culpa de políticos y banqueros, ya que el ciudadano no tiene la culpa, solo les ha servido para tener recortes y tasas que van a pagar la deuda de otros. Mientras no tengamos claro que el ciudadano no puede pagar los platos rotos de otros que además han sumado millones, de ésta no nos saca nadie.
Imagen | Becante