Han salido a la luz las declaraciones al juez Andreu de los imputados de momento por el caso de las Tarjetas Black, Miguel Blesa y Rodrigo Rato. Si se pudiera resumir sus declaraciones en una palabra, esa sería «desconocimiento«. Las analizamos a continuación.
Las excusas de Rodrigo Rato
Las declaraciones del ex Presidente de Bankia, del que hace poco dábamos la noticia de su «baja voluntaria» de la militancia del Partido Popular, han dejado claro que él supuestamente desconocía su proceso, ya que no recibió explicación alguna:
«Las tarjetas existían en Caja Madrid desde al menos hace 10 ó 15 años y no me explicaron los criterios con los que se emitieron, pero me explicaron los criterios con los que se aplicaban: eran gastos personales y tenían un límite»
Añadió también que al llegar allí sabía que existían estas tarjetas, y que decidió dejarlo tal cual, y que en los dos años que estuvo al frente de la entidad, no tuvo ningún problema con ninguna institución, ni organismo, y que en su consejo nunca se trató el tema de las tarjetas black.
También afirmó que no eran un complemento salarial, y que si a día de hoy le preguntan si se estaban tributando bien las tarjetas, el respondería que ahora sabe que no.
Las excusas de Miguel Blesa
El Presidente de Caja Madrid durante los años comprendidos entre 1996 y 2010, también rehusó cualquier responsabilidad sobre las tarjetas B, así comenta cómo fue la situación de estas tarjetas al llegar a la entidad:
«Cuando yo llegué al Consejo, en el año 1994, recibí una tarjeta de las que estamos hablando, que se me dijo que era un complemento retributivo que se podía emplear para gastos del cargo y de libre disposición.»
Más tarde le preguntaron que por qué admitió estas prácticas, y el ex Presidente, admitió que no preguntó por el fundamento normativo, o los acuerdos, que respaldan todas y cada una de las actividades.
También se le preguntó por si sabía sobre el origen de las Tarjetas Black, a lo que Miguel Blesa lo situó el 23 de mayo de 1988, en una Comisión Ejecutiva, «En ruegos y preguntas se plantea la retribución de los consejeros, que consideraban que era, en aquel tiempo, insuficiente.»
Cómo podemos ver ni ellos mismos se ponen de acuerdo en si era un complemento retributivo o no, pero ambos coinciden en su total desconocimiento, del origen, y de si tributaban o no.
Hay dos opciones, o lo sabían, o no lo querían saber.