Cuando estallan guerras, la mayoría de la población intenta escapar del conflicto. Intenta salvar a su familia. Pero en esa mayoría de guerras, en las que los gobiernos son los principales culpables, son éstos quienes se lavan las manos. Pero no hablemos en genérico, pongámoles nombre y apellidos a uno de esos conflictos más actuales que está dejando muchas víctimas y da fe, de como los gobiernos pueden ser no solo hipócritas sino simplemente estar más preocupados por el poder que por el bienestar de la población.
Hablamos evidentemente de Siria, y de cientos de personas que se han escapado a la frontera con Turquía, buscando evidentemente la seguridad de otro país, puesto que el suyo, y un presidente aferrado al poder no solo no le pueden dar, sino que no tienen ni la más mínima piedad ante el pueblo sacando los tanques a la calle y disparando indiscriminadamente. Pero claro, esto es la que ellos llamarían la visión occidental del asunto. Porque ¿saben como lo ven ellos?
Pues muy sencillo, la gente no marcha por buscar un futuro mejor, la gente no se escapa porque tiene miedo, sino para dejar que el Ejército se enfrente con mayor comodidad a grupos armados que intentan imponer el terror. ¿Se lo pueden creer? En fin, que esta claro que las dictaduras siempre han demostrado su poder por mantener a la prensa de su lado, y por hacer que publiquen lo que ellos quieren, pero está claro que hoy más que nunca, el periodista tiene una labor, y si bien hablar de objetividad en el periodismo es una verdadera utopía, al menos, los periodistas deberíamos tener presente nuestra función social por encima de todo, y no servir a los intereses antidemocráticos. Pero claro, esto, no es más que una utopía. Porque al final, el interés individual pesa sobre el común. Y mientras yo viva ¿a quién le importa el pueblo?
Noticia | El País