A Pepiño, uy perdón, a José Blanco, el ministro de Fomento, no le gustan los ajos. Bueno, ni los ajos ni que desde el PP le llamen Pepiño. No le gusta ni a él ni a nadie del PSOE. Por eso los socialistas han exigido a los populares que ya no se refieran más a José Blanco como Pepiño porque es algo despectivo y ofensivo.
¿Y qué han respondido los populares? Que quien se pica, ajos come. Así de simple. Después de que esta misma semana tanto Arenas como Rajoy se hayan referido así a Blanco, en el PSOE se han cansado y ya no lo aceptan más. Dicen que ya no tiene gracia, que desde el PP deben mostrar más respeto a un ministro del Gobierno.
Desde el PP han querido aclarar que lo de Pepiño no es algo despectivo u ofensivo, sino todo lo contrario, dicen que lo hacen de manera cariñosa. Con cariño o con desprecio, con respeto o con deseo de ofender, el caso es que le llaman así y está claro que al PSOE le molesta, y mucho.
Sin embargo, parece que los socialistas han olvidado que no ofende quien quiere, sino quien puede. ¿Realmente les duele, les molesta y les ofende tanto que desde el PP llamen Pepiño a José Blanco? ¿Acaso no tienen otras cosas por las que preocuparse?
Aunque es triste, hay que reconocer que esta polémica hace justicia a nuestros políticos. Vamos, que son así y punto. No se le pueden pedir peras al olmo. Pero, aun así, resulta chocante que a cinco meses de las elecciones autonómicas y municipales, cuando el país está sumido en una grave crisis económica, cuando los ciudadanos no pueden dormir porque les agobian el paro, los bajos sueldos, la subida de los precios y tantas y tantas cosas, a nuestros políticos lo único que parece quitarles el sueño es lo de Pepiño. Ah, y los ajos, que se me olvidaban.
Fuente | Público