La clase política sigue en el punto de mira, y son el objetivo de la mayoría de críticas de la población española. Resulta lógico viendo la situación del país, los esfuerzos que exigen a los ciudadanos, y más cuando ya podemos comprobar los ingresos y sueldos de los políticos de nuestro país.
Según los boletines oficiales, hemos comprobado que la que se lleva la palma es Rita Barberá, la alcaldesa de Valencia, y eso que su comunidad se encuentra en el ojo del huracán de gran cantidad de tramas de corrupción.
Desde el Boletín Oficial de las Cortes Valencianas, hemos sabido que la alcaldesa Barberá percibió unos rendimientos de su trabajo en 2013 que ascienden a 102.470, 9 €. Proclamándose la primera destacada de esta moralmente cuestionada lista. Esta cantidad podemos desglosarla en 96.712 € de sus cargos públicos, que serían aproximádamente unos 150.000 Euros brutos según Compromís, de los cuales 64.115 € netos vendrían del Ayuntamiento, 32.134 € de las Corts, 5.757 € de la Delegación del Gobierno y 464 € de la actividad portuaria. Rita Barberá aumentó en 7.375 € sus ingresos del Ayuntamiento, gracias a que todos los concejales renunciaron a una de sus pagas extra en 2012.
De este modo la alcaldesa de Valencia, se convierte en el cargo político que más cobra en toda España, por delante de Artur Mas con 144.000 € brutos, también más que el Presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que ingresa unos 78.000 €, e ingresando más del doble que el Presidente de la Comunitat Valenciana, Alberto Fabra, que percibe unos 50.500 € netos.
También se han dado a conocer, los ingresos de los portavoces de la oposición, donde se sitúan Ignacio Blanco (Esquerra Unida) con 61.051 €, Antonio Torres (PSOE) con 52.607 € y Enric Morera (Compromís) con 66.962 €.
En mi opinión, me parecen totalmente inmorales estos datos, es obvio que la ley lo permite, ya que tiene unos máximos salarios dependiendo del cargo, y de la extensión y población de la comunidad o provincia donde se gobierna, que no los superan. Pero lo cierto es que si exigen cualquier tipo de esfuerzo a la ciudadanía, si aumentan impuestos, anulan becas y subsidios, recortan en materias vitales como educación o sanidad, lo mínimo que pueden hacer es reducir sus salarios, que no dejan de ser públicos, simplemente por tener un poco de ética hacia los ciudadanos, o aunque sólo sea de cara a una mejor imagen pública.
Pero da igual, que más da la opinión pública, o lo mal que lo esté pasando los ciudadanos sobre los que gobiernan, ellos tienen un máximo para cobrar, y lo van a cobrar, sin importar nada más. Noticias como ésta solo consiguen crispar más a la población, y sobre todo a los ciudadanos valencianos, que sinceramente soportan día tras día escándalos sobre su comunidad, que cuya imagen va decayendo a cada escándalo que salta.